LA MENTE NO DESCANSA. Aquellas fotografías…

PERIÓDICO EXPRESIÓN ,Marzo del 2000, Roquetas de Mar, Número 25

Si, fue un sueño. Me ocurrió hace tiempo y aún estoy pensando, que causa sería la que me sumergió en aquel profundo sueño lleno de gratos recuerdos a la vez de inquietantes pesadillas.
Apareció como protagonista, un viejo y gran amigo mío, mayor que yo, el que ya se ausentó de esta vida donde se sucede los gozos y las sombras.

Y transcurrió de esta manera…

Antes de que el tiem_MG_5402po los tire o los rompa, mi amigo y yo nos fuimos a fotografiar edificios y rincones, paisajes y calles. Era una vieja afición de ambos; él, desde que era un muchacho;yo,también ,aunque nos separaban algunos años de edad.
A veces nos mostrábamos fotografías que hacíamos por separado y nos dábamos cuenta de que apenas quedaba nada de lo que entonces mirábamos por a través del objetivo. Tienen mucho sabor aquellas calles con carros donde hoy hay coches; tienen sabor las cunetas y caminos; viejos quioscos y corrales cercados de chumberas…
Tiene sabor el río, adivinado entre alamedas; tiene sabor la banda de música que vino al lugar hace cuarenta años. Y tiene sabor, más sabor que nada, las imágenes de personajes que conocimos y que fueron desapareciendo del diario.
Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Será o no será.
La fotografía es una mariposa del tiempo pinchada en un alfiler de luz. Y preferimos esta mariposa muerta a la que ahora revolotea, quizás por la razón machadiana, de que «se canta lo que se pierde».
Mi amigo, tras una jornada de cacería fotográfica me invita a ver algunas viejas fotografías que le han aparecido en los cajones donde se le amarillea el tiempo. Me las muestra sin más. Y me pregunta: ¿a ver si sabes qué calle es ésta?, ¿quién son esos que están montados a caballo?, ¿a cuántos conoces de esta reunión?. Él mi amigo, juega con una ventaja de varios años, pero no solo es eso: yo tengo las desventaja del olvido.
Todo me suena, todos me resultan conocidos, pero esas fotografías son como una pregunta que no puedo responder sin una ayuda. Y es extraño: conozco más a las personas que desaparecieron hace tiempo que a las que aún viven. Lógico, tal vez; los desaparecidos se conservan tal cual los conocí; los que viven han ido cambiando poco a poco con el paso del tiempo. A algunos los saco por la pinta, por la pinta al contrario de como lo hacía ayer; ayer en la calle, conocía a los niños por sus padres y hoy, en estas fotografías, conozco a los padres por sus hijos. Claro que de todas formas me asombra ver una fotografía de mis padres o de mis tíos cuando eran más jovenes que yo ahora.
Más de todos, la que más me asombra es una que mi amigo me muestra: era de la feria del pueblo, hay mucha gente, aquellas casetas de dulces y turrones. En primer plano hay dos chiquillos. Conozco a algunos mayores; no conozco a los niños…me parece…pero no estoy seguro. Pido una lupa, miro despacio,recreándome. Conozco a uno de ellos; sobre el otro tengo dudas…; ¡ y ese del que tengo dudas soy yo!. También mi imagen de los nueve o diez años se me ha nublado en la memoria hoy.
Ese niño-yo, desapareció. Estoy acostumbrado a mi imagen en las viejas fotografías mías que conozco. A esta, no. Hoy, en casa de mi amigo, por primera vez, me he visto muerto, desaparecido, al menos sobre el papel de una vieja y amarillenta fotografía. Mirándola, ya seguro de que soy yo, mi niñez, mi adolescencia que entonces afloraba, se me ha perdido de pronto, se me ha muerto delante de mí, testigo yo de mi propia muerte.
» Hay cajones llenos de fotografías que son como cementerios vivos. »

José Ant. Martinez Muñoz del Pozo ( Mi Padre )

«Gracias a la fotografía, gracias a este medio de expresión, por su gran poder visual que posee, no sólo por plasmar la realidad de una forma objetiva y realmente fiel, sino porque a través de ella, podremos buscar la esencia de las cosas, aquella emotiva mirada subjetiva que trasciende de lo más profundo de cada fotógrafo… como diría mi padre: Es esa mariposa del tiempo que revolotea en nuestra mente para revivir momentos pasados, momentos únicos e irrepetibles….pero también, al menos para mí: esa mariposa del tiempo viaja desde nuestro interior para ver la luz y ser pinchada…..por el alma.»

TE QUIEROOOO

Juan Tapia

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