BUSCANDO EL OTOÑO

Artículo en la revista digital: El paisaje perfecto

http://www.elpaisajeperfecto.com/2016/05/la-composicion-traves-de-la-vision-de-4.html

Una fotografía captada en Río Tinto, en verano de 2014. Los pequeños remansos del río nos regalan impresionantes reflejos en el Tinto, que conjugados con el fondo de sus aguas, construyen imágenes sorprendentes con un cierto matiz metafórico. Es el resultado de la búsqueda de un pensamiento, dejando al margen la realidad para entrar en un mundo onírico.

Localicé una zona donde el pinar se encontraba reflejado y gracias al polarizador, esas formas se llenaban con el color del fondo del río. Me empezaron a gustar estéticamente aquellas imágenes, aunque el mensaje tardaría en llegar. Cada vez quería más color e iba buscando fondos del río con gran riqueza cromática. Después de un buen rato, encontré el escenario perfecto y el mensaje comenzó a surgir. El filtro polarizador se convirtió en un péndulo entre objetividad y subjetividad, entre realidad y fantasía.

En la escena, encuadré un pequeño grupo de pinos, saciando todo el fotograma. La luz, mediante la clave alta, me permitía direccionar aquello que quería contar sin distracción alguna. Aquellos pinos, no eran más que, siluetas y formas, círculos y líneas que había que rellenar de color para llegar al mensaje.

Es una imagen dinámica, tanto por su equilibrio asimétrico como por ese patrón rítmico en la escala de las formas. El color se convierte en uno de los elementos más importantes del lenguaje visual aquí, la musicalidad cromática que pinta las formas deriva a su vez en otro elemento como es la textura visual, convirtiéndose en el «mensajero» del mensaje. Hay un diálogo inherente entre los elementos compositivos de la escena: la forma, el color y la textura refuerzan la idea del fotógrafo.

Al final conseguí lo que poco a poco iba buscando. Estaba en Rio Tinto en verano frente a pinos verdes empobrecidos por la sequía de la estación. Pero aquel bosque de pinos entraría en el mundo de la subjetividad, de la fantasía, de la metáfora, convirtiéndose a través de un pensamiento, de un fotograma, en un bosque caducifolio que se encuentra en su máximo esplendor.

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