ENTREVISTAS PARA FOTÓGRAFOS DE NATURALEZA

Entrevistas realizadas por el fotógrafo Pere Soler a cada miembro del colectivo Portfolio Natural

Defínete como fotógrafo de Naturaleza, principales virtudes/defectos

En el año 2002 comienzo mi aprendizaje en el mundo de la fotografía en el taller fotográfico de mi ciudad, en Roquetas de mar. Mi primera fotografía la capté con una caja de zapatos, y la verdad, fue una experiencia inolvidable, ya que con este ejercicio me quedó muy claro el funcionamiento básico de una cámara fotográfica. En el taller empecé a fotografiar de una manera genérica en cuanto a temática, a través del mundo analógico, entre químicos y carretes cargados manualmente en chasis de plástico. Pero poco a poco, me daba cuenta que la fotografía de naturaleza iba teniendo más acto de presencia en mis archivos de haluros de plata.

En el año 2007 decido dar el salto a la era digital y con este cambio me meto de lleno en el mundo de las aves. Un mundo de mucho sacrificio donde la observación y espera, forman parte del ritual del fotógrafo, para captar especies en libertad y bajo una conducta natural. Pero la colección de especies y la falta de tiempo me llevaron a explorar nuevos caminos. En esa búsqueda descubro la fotografía de detalles, donde la fotografía de Isabel Diez, me influenció muchísimo. Esa fragmentación del paisaje, poco a poco me iría metiendo en el mundo de la abstracción. A día de hoy, es un modo de expresión en el que me encuentro muy cómodo, pero no es el fin. Quizás, mi gran virtud es la perseverancia y mi necesidad constante de evolución, en busca siempre de caminos nuevos que retroalimenten mi pasión en este mundo. Defectos tendré muchos, pero siempre me queda esa espina clavada, de que mis imágenes no contribuyan en la conservación del medio que me apasiona, La Naturaleza.

¿Crees que la fotografía de Naturaleza actual es mejor o peor que la de la época analógica?

Sin duda la fotografía de naturaleza actual la veo con mucha más calidad técnica y creativa que la época analógica, sin menospreciar las grandísimas fotografías realizadas con herramientas más limitadas. La revolución digital ha ofrecido al fotógrafo un sinfín de mejoras técnicas: las ráfagas por segundo sin coste, la experimentación con un análisis in situ o el cambio de ISO para cada foto son algunos de los avances que han permitido al fotógrafo subir la «calidad» de sus imágenes. La masificación en el sector que ha supuesto este cambio tecnológico, ha creado también una gran competitividad entre fotógrafos amateur y profesionales para poder destacar entre el enorme volumen de imágenes que genera este avance, desencadenando así un nivel altísimo de originalidad.

Por suerte he vivido las dos épocas y creo que la época analógica me ha beneficiado en la metodología de una gran fotografía.

¿Eres propenso a cambiar a menudo de marca buscando un supuesto mayor rendimiento técnico?

En 15 años, he experimentado tres cambios importantes de equipo y cada vez estoy más convencido de que casi todas las imágenes que hago ahora las habría captado igual con los otros equipos que tuve. El cambio siempre lo he buscado en pos de una mayor calidad en cuanto a píxeles, ruido o nitidez. Nunca he buscado tener el mejor y último modelo del mercado. Es peligroso caer en esa espiral de marketing, pues casi siempre escuchamos hablar de cámaras, ópticas, filtros y cuál es mejor o qué fotógrafo utiliza tal equipo. Dejamos de lado aspectos mucho más importantes, como la composición, los distintos niveles de expresión, el mensaje… una serie de aspectos ajenos al equipo y que solo nosotros podremos aportar en nuestras imágenes, y que quizás, con un simple móvil o con un equipo mediocre, consigamos imágenes memorables.

¿Participas habitualmente en concursos? si/no…. razona el porqué 

Participo en los concursos desde que empecé con la fotografía en el año 2002. Empecé a presentarme en los Rallys Fotográficos de mi ciudad , de los cuales, he aprendido muchísimo. Nos daban diferentes temas para captar, y en la exposición de las fotografías ganadoras, me daba cuenta de la visión y originalidad de otros fotógrafos. Siempre he dicho que los concursos me han educado poco a poco la visión en busca siempre de la originalidad. Sobretodo participo para obtener reconocimiento aunque el tema económico también es importante para poder costear parte del equipo o viajes fotográficos.


Si tuvieras que escoger y no tuvieras demasiado tiempo, ¿sabrías decirnos cuál consideras tu mejor fotografía y porqué?

«Es injusto y difícil escoger solo una fotografía, pues cada una de ellas tiene una gran importancia en nuestro proceso evolutivo. Mojándome un poco, me quedaría con «Life comes to art», que es la imagen que ganó la categoría de impresiones en el Wildlife Photographer of the Year en 2015. No me viene a la cabeza esta fotografía por el premio recibido, no, sino por su proceso creativo. Dediqué casi 5 años a la fotografía de aves y después de captar un gran número de especies y sentirme estancado, decidí descubrir otros caminos. La abstracción y el simbolismo empezaron a obsesionarme en mis trabajos. Después de casi 4 años sin hacer fotografías de aves, retomo una idea que tenía en la cabeza, pero con el plus del aprendizaje de los años. No fue para documentar como en antaño, sino para conseguir la «expresividad» que me preocupaba en ese momento. Así que con esta imagen de alguna manera volvía a mis orígenes, las alas de la naturaleza, pero con mucha más fuerza y expresividad.

Y es que «Life Comes to Art» es una obra surrealista que habla de un sueño; es una representación donde la pintura y la fotografía se unen de la mano para expresar un mensaje del autor: en la vida siempre se puede mejorar, solo tenemos que decidirnos, abalanzarnos y romper con el pasado para comenzar una nueva vida, «la vida de nuestros sueños».»

¿Eres profesional o te planteas serlo y porqué?

No soy profesional de la fotografía, me dedico a la agricultura de hortalizas en invernaderos.

Desarrollo mi actividad fotográfica como amateur, aunque el tiempo invertido a veces, es como el de un profesional. Creo que si me dedicara a la fotografía profesionalmente, las salidas perderían su magia, su romanticismo, su libertad.

¿Qué valoración haces de tu presencia en las redes sociales y cuál es tu preferida para mostrar tu trabajo?

Las redes sociales es una herramienta poderosa para la difusión de nuestro trabajo. Al igual que existen web de fotografía a través de las cuales nuestro trabajo está a la vista, nunca tendrán la misma visibilidad que Facebook, por su inmediatez, facilidad y capacidad de agrupar a todo tipo de personas ajenas o no a la fotografía de todo el mundo. Desde mi experiencia, cuando empecé a mover mis trabajos a través de Facebook, comenzó a surgir interés por mi trabajo.

Nos guste o no, si no utilizamos las redes sociales para dar visibilidad a nuestros trabajos o actividades, NO EXISTIMOS.

¿Como fotógrafo, cuál es el viaje que más te ha marcado y porqué?

El viaje que más me ha marcado ha sido a Río Tinto con Antonio Camoyán. Ese viaje no me marcó por el lugar, pues ya lo conocía; me marcó por el Maestro, que un día me ofreció su mano sin conocerme y desde entonces no me ha soltado. En ese viaje conocí «el alma del paisaje» de Antonio, que era una colección de abstractos sobre el tinto que nos cautivó e influenció a todos. Gracias a este viaje, meses más tarde, comencé a descubrir la abstracción en un pequeño bosque de eucaliptos cerca del Desierto de Tabernas. Trabajé en una serie fotográfica en aquel bosque, que habla sobre la transformación que sufren sus troncos a lo largo del tiempo. Esta serie, «el color de su piel», me ha enriquecido muchísimo y, al mismo tiempo, me ha brindado un gran número de reconocimientos. Esta colección nació en aquel viaje con Antonio; sin duda, fue el mejor viaje, fue el viaje de la Inspiración.

¿Eres purista o incluyes en tus trabajos retoques y manipulaciones digitales para mejorar las presentaciones más allá de los ajustes básicos?

Pues quizás, mi experiencia en el mundo analógico y en la concursística me han llevado a un proceso, donde doy más importancia a la pre-producción que a la post-producción.

Muchas veces me han criticado la falta de edición en mis imágenes, y no lo niego, pero creo que el mayor éxito de mis trabajos es la expresividad de los mismos.

No critico a quien decide manipular sus imágenes, pues el avance tecnológico está ahí para sacarle partido y porque no, para expresarse también a través de él. Quizás la solución del “eterno debate” sea informar al espectador el proceso y herramientas utilizadas en la fotografía.

¿Cómo ves el futuro de la fotografía de naturaleza, hacia donde irá bajo tu criterio?

Bueno, nadie sabe hacia dónde irá la fotografía de naturaleza. Es cierto que hoy en día vemos una evolución en cuanto a los tipos de lenguajes utilizados. Venimos de un enfoque puramente fotográfico donde el «instante decisivo» ha sido fundamental a lo largo de todos estos años. Sin embargo, cada vez se le está dando más importancia al lenguaje artístico, donde la «expresión del autor» juega un papel crucial. Actualmente, observamos un gran interés por parte de fotógrafos aficionados y profesionales en experimentar con este tipo de lenguaje. No se trata de que uno sea mejor que el otro, sino que representan diferentes vías de comunicación.

Quizás las nuevas tendencias nos estén llevando cada vez más hacia este tipo de lenguaje, donde el autor puede expresar su visión con total libertad en lo que fotografía. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las tendencias vienen y van, y predecir el futuro de la fotografía de naturaleza resulta complicado.

Personalmente, me alegra ver a la gente interesada en experimentar cosas nuevas y descubrir caminos que nutren y estimulan la libertad creativa.

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